sábado, 5 de septiembre de 2015

Termas de Río Hondo. Mastodontes por aquí, Mastodontes por allá.

La ciudad santiagueña de Termas de Río Hondo, posiblemente sea la que contiene la mayor cantidad de restos fósiles atribuidos a los vulgarmente conocidos como Mastodontes (Stegomastodon sp), un genero de elefantes que vivieron en América del Sur en los últimos dos millones de años antes del presente.

Fueron un Proboscideo (que posee trompa) al igual que el extinto Mamut y el actual elefante. Habitaron lugares abiertos y pantanosos, donde sus huesos se iban incorporando al sedimento a medida que morían. Los hallazgos de restos fósiles de antiguos elefantes son algo escasos, aunque en las zonas adyacentes al Río Dulce parecen con mayor frecuencia a comparación con otras localidades fosilíferas de Sudamérica.
El material colectado desde hace varias décadas por los hermanos Emilio y Duncan Wagner y que hoy se conservan en el Museo que lleva su nombre en el Centro Cultural del Bicentenario en la ciudad capital de la provincia, como aquellos colectados por distintos autores hasta mediados de los años 60 y en las ultimas décadas colectados y coleccionados por el Museo Municipal Rincón de Atacama de la localidad termense, demuestra la gran abundancia de este genero de proboscideo extinto con respecto a otros representantes de la megafauna del pleistoceno, a partir de varias decenas de piezas, principalmente restos mandibulares completos y parciales, vértebras, huesos largos, fragmentos de colmillos o defensas, partes de cráneo entre otros, algunos de ellos recuperados recientemente.

El Río Dulce de la Provincia de Santiago del Estero muestra en sus márgenes, entre las ciudades de Termas de Río Hondo y Santiago del Estero, unos extensos afloramientos de areniscas grises muy friables, que se confunden con los bancos arenosos del río actual.  En ellas se encuentran restos fósiles de mamíferos pleistocenos procedentes de estos depósitos se conocen desde hace mucho tiempo. Sin embargo, diversos geólogos y paleontólogos han supuesto que se trataba de material retransportado por el cauce del río Dulce, tema que aun se allá en discusión. Esta teoría se base principalmente en que los fósiles se recuperan siempre desarticulados.
Probablemente este río pleistoceno constituyó el principal recurso de agua en una amplia región caracterizada por precipitaciones escasas y una larga estación seca (como en la actualidad). Durante las fuertes variaciones climáticas del Pleistoceno superior, las consecuencias de la aridez regional pueden haberse agudizado con la eventual disminución de las lluvias en las zonas más húmedas, lo que hoy constituye las cabeceras de la Cuenca del Río Salí-Dulce (provincias de Tucumán y Santiago del Estero).

Tales circunstancias favorecerían la concentración de animales débiles y moribundos, sujetos a la acción de los carnívoros. Así también podría existir una abundancia de cadáveres de mastodontes y de otros herbívoros concentrados en el canal, y sus proximidades expuestos a los carroñeros y otros agentes naturales. Posteriormente, los restos podrían ser arrastrados durante las crecidas y finalmente sepultados a baja profundidad.
El Stegomastodonte (Stegomastodon sp) tenía una altura promedio de 2,8 metros y un peso de 6 toneladas (aunque los hay mas grande), con el aspecto de una versión robusta del elefante moderno, del cual, a diferencia de las especies más relacionadas, se asemejaba por tener dos colmillos. Estos colmillos se curvaban hacía arriba y tenían una longitud de 3,5 metros. Los molares de Stegomastodon se cubrían de esmalte y un patrón complejo de crestas con protuberancias sobre ellas, que le conferían una gran superficie de masticación adecuada para una dieta herbívora.

El género se originó en América del Norte y las dos especies sudamericanas llegaron durante el Gran Intercambio Americano. Inicialmente herbívoros mixtos, Stegomastodon waringi evolucionó con una dieta basada en pastos, mientras Stegomastodon platensis se hizo principalmente folívoro. Las especies de Stegomastodon vivieron en hábitats más cálidos y con altitudes menores al oriente de los andes, mientras el género relacionado, Cuvieronius, vivió en regiones más frías de mayor altitud.
El gran intercambio biótico americano (GIBA) fue el suceso que acaeció durante los últimos 3 millones de años, cuando se  restableciera la unión de Sudamérica con el resto del  continente. Este evento geológico posibilito que la fauna  de América del su desplazara hacia el hemisferio norte, y la de este, hacia hemisferio sur. Así fue que  hacia el norte se movilizaron los grandes Gliptodontes, Megaterios, Toxodontes etc. en tanto que los emigrantes del norte llegaron a nuestras tierras fueron los Cervidos, Hippidion, carnívoros como osos y tigres dientes de sable y los grandes Mastodontes. El impacto de este fluido intercambio trajo aparejadas consecuencia dramáticas, como la competencia por los nichos ecológicos, la falta de readaptación, enfermedades etc, logrando la disminución de especies autóctonas, algunas llevadas a la extinción.

La especie Stegomastodon platensis fue descrita originalmente por Florentino Ameghino en el año 1888. El holotipo fue depositado en el Museo de La Plata con la sigla MLP-8-63; se trata de una defensa de un ejemplar adulto, proveniente de las barrancas de San Nicolás de los Arroyos, en las costas del río Paraná, en el nordeste de la provincia de Buenos Aires.
En la Argentina, sus restos han sido exhumados en la Provincia de Buenos Aires (donde se halla su límite más austral, a los 37°S), y en las provincias de Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe, Santiago del Estero y Corrientes. Se ha inferido para este taxón una marcada preferencia por climas de tipo templado cálido y hábitats de zonas abiertas o sabanas arboladas.

Los mastodontes recuperados en las inmediaciones de termas de Rio Hondo, convivían con otros gigantes de la edad mamífero lujanense (Pleistoceno superior) y con una antigüedad datada en unos 20 mil años antes del presente, como pampaterios y gliptodontes (armadillos gigantes), glosoterios y megaterios (perezoso de gran tamaño), toxodontes (semejantes a hipopótamos) Amerhippus (caballos extintos) Hemiauchenias (camélidos de gran tamaño) y ciervos semejantes a los actuales.
Te esperamos en el Museo Municipal Rincón de Atacama de Termas de Río Hondo, para que encuentres en su exhibición algunas de las decenas de piezas recuperadas en nuestra región y atribuidas a Stegomastodon, el elefante sudamericano extinto.

Texto; Mariano Magnussen Saffer. Direccion Institucional: Sebastian Sabater.

Bibliografía sugerida.

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