sábado, 7 de junio de 2014

Cuando los gigantes caminaban por Termas de Rió Hondo.



Aunque parezca increíble, hace algo más de 10 mil años a 2 millones de años, grandes perezosos y tigres dientes de sable, caminaban tranquilamente por donde hoy se encuentran las calles de Termas de Rió Hondo. Esto lo sabemos por las decenas de restos fósiles recuperados en los últimos 25 años por personal del Museo Municipal Paleoantropologico Rincón de Atacama, de la ciudad Termense. Allí se resguarda y exhiben restos mandibulares, garras, y otros fósiles que atestiguan que alguna vez, el Departamento de Rió Hondo estaba habitado por gigantescas criaturas Prehistóricas.

El Megaterio.

Los "Pilosa" en la actualidad se encuentran representados por mamíferos pequeños y medianos, como osos hormigueros y perezosos de tres dedos que pasan la mayor parte de su tiempo colgados en los árboles, moviéndose en forma muy lenta, debido a su bajo metabolismo, pero en el Pleistoceno habitaron en nuestro territorio formas gigantescas. El Megatherium americanum fue uno de ellos. Su nombre significa "bestia grande" y sin dudas fue el animal terrestre más grande que habito en la región pampeana, donde se han rescatado sus principales restos. Superaba los 4,5 metros de altura cuando se paraba sobre sus patas traseras y con su larga y robusta cola  formando una especie de "trípode" permitiéndole llegar de esta forma a las hojas de los árboles y tener un mejor panorama de todo su alrededor. El peso estimado de esta especie es de 5 toneladas, algo así como dos elefantes. Su cuerpo estaba recubierto por una fuerte pelambre. Sus patas delanteras eran largas y fuertes, acompañadas por cuatro garras, lo que le permitía acceder de mejor manera a los vegetales que formaban parte de su dieta.

El Tigre Dientes de Sable, el gran depredador ausente, por ahora.

Lamentablemente, el registrote grandes carnívoros en las inmediaciones de termas de Rió Hondo es sumamente pobre hasta el momento, pero sabemos que en localidades vecinas de las provincias de Santiago del Estero, Tucumán y Catamarca, se han recuperado fósiles de grandes depredadores. Así que nos damos el gusto de fantasear, que tal vez, el tigre dientes de sable acechaba a grandes herbívoros. Fue uno de los grandes triunfos evolutivos de los mamíferos depredadores. Smilodon significa “dientes de sable”, característica que evidencia su acentuada especialización en la cacería de presas grandes, como el mamut, el megaterio y el mastodonte, enormes mamíferos hoy desaparecidos. El Smilodon tenía aproximadamente el mismo peso y tamaño que el león actual; sin embargo, sus proporciones corporales diferían de las de cualquier félido moderno. Las extremidades posteriores del Smilodon populator eran más cortas y robustas, su cuello proporcionalmente más largo, y el lomo más corto. La extraordinaria peligrosidad de este félido se debía al gran desarrollo de la parte anterior de su cuerpo y al tamaño asombroso de sus caninos superiores, que llegaban a sobresalir más de quince centímetros. A diferencia de la mayoría de los félidos, tenía un rabo corto, como el lince o el gato montés actual.  Todo su cuerpo tenía una estructura poderosa y los músculos de los hombros y del cuello estaban dispuestos de tal manera que su enorme cabeza podía lanzarse hacia abajo con gran fuerza. Las mandíbulas se abrían formando un ángulo de más de 120 grados, permitiendo que el par de los inmensos dientes de sable que tenía en el maxilar superior se pudiera clavar en sus víctimas. Los dientes de sable eran ovales en sentido transversal, lo que aseguraba una mínima resistencia cuando se hundían en su presa. También estaban aserrados por el extremo posterior, permitiendo atravesar la carne de la víctima con mayor facilidad.

Asesoramiento institucional: Sebastián Sabater.    Texto: Mariano Magnussen Saffer.     Fuente: www.grupopaleo.com.ar

Bibliografia sugerida:



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