lunes, 14 de marzo de 2016

Los Toxodontes. Gigantes extintos de nuestra región.

En el Museo Municipal Rincón de Atacama de la ciudad de Termas de Río Hondo, se exhiben y resguardan numerosos restos fósiles de “Toxodontes”, un grupo de animales representado especialmente por su máximo exponente, el Toxodon, una especie con características similares al hipopótamo (convergencia adaptativa) y que seguramente deambulo por el Río Dulce. Este grupo vivió en nuestra región desde el Mio-Plioceno al Pleistoceno tardío (entre 5 millones de años a 12 mil años antes del presente).

Los toxodontes son un suborden extinto del orden Notoungulata. Habitaron en Sudamérica, ocupando una gran variedad de nichos ecológicos y desarrollando especies de animales herbívoros de aspecto muy distinto. La mayoría eran cuadrúpedos digitígrados.

El nombre del grupo deriva del género Toxodon, el primer ejemplar que se descubrió, un gran herbívoro del tamaño del actual rinoceronte negro con cuatro dedos en cada pata.
El nombre del grupo (Toxodonta, que quiere decir "diente inclinado") hace referencia a la curva lateral de las muelas. Como en otros subórdenes de notoungulados, los dientes tenían coronas bajas y eran de fórmula completa en los géneros primitivos, pero después se fueron especializando. 

Los dientes indican que el genero Toxodon era una mezcla de ramoneador y comedor de hierba, que cortaba y masticaba la dura hierba, pero también se alimentaba de follaje. Los toxodontos han sido comparados con los hipopótamos, quizás por el hecho de poseer extremidades algo cortas y grandes dientes frontales. Sin embargo, la presencia de adaptaciones especiales en la rodilla de estos animales sugiere que se trata de animales terrestres, habitantes de espacios abiertos.

 El Toxodon llego a medir unos 3 metros de largo y una masa estimada de una tonelada. El cráneo de este animal tiene un tamaño de 70 centímetros y sus mandíbulas provistas de incisivos de crecimiento continuo, cuyos esmaltes se representan en fajas longitudinales. Se asemejaban a los actuales hipopótamos y rinocerontes, pero sin parentesco alguno, es otro ejemplo de evolución paralela o convergencia adaptativa, es decir, cuando dos especies totalmente aislados comparten nichos ecológicos similares, desarrollando algunos rasgos morfológicos notablemente parecidos. 

Su hábitat estaba conformado por llanuras abiertas y frondosos pantanos, alimentándose principalmente de vegetales, los cuales, podían ser extraídos con sus mandíbulas en forma de "pala".
Muchos fósiles de toxodontes en América del Sur, han sido encontrados junto a puntas de flecha. Esto indica que los hombres prehistóricos los cazaban, pudiendo ser la causa principal de su desaparición.

En las imágenes que acompañan el texto; Fragmento mandibular de un Toxodonte en la sala de exhibición del Museo Municipal Rincón de Atacama de la ciudad de Termas de Río Hondo. Ilustración de Toxodontes en primer plano y Macrauquenidos (con trompa) de autor desconocido.

Bibliografía sugerida. 

AMEGHINO, F. 1889. Contribución al conocimiento de los mamíferos fósiles de la República Argentina. Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba, 6:1-1027.

BONAPARTE, J.F. & BOBOVNIKOV, J. 1974. Algunos fósiles pleistocénicos de la provincia de Tucumán y su significado estratigráfico. Acta Geológica Lilloana, 12(11):171-183.
BOND, M.; CERDEÑO, E.P. & LOPEZ, G. 1995. Los Ungulados Nativos de America del Sur. In: Alberdi, M.T.; Leone, G. & Tonni, E.P. (Eds.), Evolución climática y biológica de la región Pampeana durante los últimos cinco millones de años. Un ensayo de correlación con el Mediterráneo occidental. Museo Nacional de Ciencias Naturales, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Monografías 12, p. 259-275.
MAGNUSSEN SAFFER, MARIANO. 2015. Los Notoungulados más conocidos del Plioceno de la Republica Argentina.  Paleo Revista Argentina de Paleontología. Boletín Paleontológico. Año XIII. 135: 25-31. 
NOVAS, F. 2006. Buenos Aires hace un millón de años. Editorial Siglo XXI, Ciencia que Ladra. Serie Mayor.

TONNI, E.P. 2004. Faunas y Climas en el cuaternario de la Mesopotamia Argentina. In: Aceñolaza, R.G. (Coord.). Temas de la Biodiversidad del Litoral fluvial argentino, INSUGEO, Miscelánea, 12:31-36.

martes, 1 de marzo de 2016

Cabeza de Zorro, una de las figuras zoomorfas milenarias del Museo.


Entre las figuras zoomorfas, son objetos que presentan forma o estructura animal. Se pueden encontrar infinidad de objetos escultóricos con formas zoomórficas, sobre antiguas ruinas, como por ejemplo estelas funerarias, amuletos, o utensilios religiosos.

En el Museo Municipal Rincón de Atacama resguarda varias piezas de este tipo. Entre ellas la representación de un zorro que convivió con las culturas humanas de la región.

Zorro gris chico (Pseudalopex gymnocercus), no difiere mucho de los demás zorros. Su frente es ancha, el hocico es pronunciado y angosto y las orejas son triangulares y largas. La cola es de color grisáceo, bastante larga y posee abundante pilosidad. Este zorro es de contextura física poco robusta. La coloración general del cuerpo puede variar de un bayo-amarillento con pelos negros en el dorso a un color oscuro homogéneo. Los ejemplares mas conocidos son aquellos que presentan un manto gris uniforme, compuesto por pelos negros y blanquecinos.

Los flancos, las extremidades y la cara son por lo general de un color bayo-rojizo. La garganta y parte de la zona ventral del cuerpo son blancos. Por otra parte, los ejemplares de esta especie presentan una mancha oscura en axila y en la parte inferior del muslo. Esta especie se encuentra presente a lo largo y a lo ancho de todo el territorio argentino.

Habita en todos los ambientes abiertos tales como: monte abierto, bosque abierto, estepa, pastizal y arbustal. Se refugia principalmente en cuevas y huecos de distintos tipos y tamaños. Las cuevas pueden pertenecer a mulitas, peludos, zorrinos y vizcachas. El zorro gris se muestra bastante adaptado a la presencia humana y a las modificaciones que este produce en el ambiente. Es común observar ejemplares en zonas periurbanas, rurales y agro-ecosistemas.

Su alimentación responde a la de tipo oportunista, pudiendo consumir, según la disponibilidad en el hábitat, desde semillas y frutos hasta presas de origen animal como: libres, tinámidos (aves terrestres), pequeños mamíferos, reptiles, insectos e inclusive carroña.